Abbey Road. Primera sesión de grabación (o de prueba?) de Los Beatles en Abbey Road, entre las 18 y las 20hs. John Skinner, a cargo de la seguridad, vigilaba de pie en las escaleras de la entrada de los estudios, prolijamente uniformado, en aquella tarde del 6 de junio. “Los Beatles arribaron al estacionamiento en una vieja camioneta blanca”, dice. “Lucían muy flacos y desgarbados, casi como desnutridos. Neil Aspinall, su manager de carretera, dijo que Los Beatles estaban aquí para una sesión de grabaciones. Pensé ¡que extraño hombre!”. Descargaron la camioneta y comenzaron ellos mismos a llevar sus cosas al estudio. Precisamente no se tiene en claro de que estudio se trataba ya que las memorias de aquella tarde están borrosas. Skinner y George Martin recuerdan que la sesión tuvo lugar en el estudio tres, al igual que otros que no estaban presentes aquel día, pero que eran miembros del equipo del estudio en aquella época, como Malcolm Addey, Harry Moss y Keith Slaughter. Contrariamente, Chris Neal, Ron Richards, Norman Smith y Ken Townsend juran recordar que la sesión se realizó en el estudio dos.
Igualmente confusas son las memorias con respecto al carácter de la sesión: nadie recuerda si se trató de una prueba artística (para ver cuan bueno era el grupo), una prueba comercial (para ver si el grupo servía y funcionaba en el estudio de grabación) o la primera sesión de grabaciones del grupo propiamente dicha. La relevante documentación del estudio fue destruida hace ya mucho tiempo, aunque lo más probable es que se haya tratado de una prueba artística.
Inicialmente, Ron Richards se hizo cargo de la producción de la sesión. “Yo solía producir la mayor parte de nuestros discos de rock n’roll”, recuerda, “así que George me dijo que les echara una primera ojeada”. Norman Smith fue asignado como ingeniero de sonido y, como los ingenieros asociados a pruebas artísticas exitosas solían permanecer con dichos artistas, Smith quedó como el ingeniero de sonido de Los Beatles de ahí en más.
“Tenían un equipo tan rudimentario”, recuerda Smith. “Todos amplificadores totalmente despintados, de madera, extremadamente ruidosos, sucios de tierra y Dios sabe que más. Había tanto ruido saliendo de los amplificadores como de los instrumentos. El amplificador del bajo de Paul era particularmente malo y estaba claro que la sesión no funcionaría a menos que se hiciera algo al respecto”. Ken Townsend, al servicio del Departamento Técnico por aquellos tiempos, comenta lo que pasó después: “esa noche no había requerimientos para la Sala de Eco N° 1, ubicada en el sótano de los estudios, así que Norman y yo bajamos hasta allí y trajimos con nosotros un enorme y pesado parlante Tannoy y yo me encargué de soldar la ficha del mismo a la salida de un amplificador Leak TL12. Estábamos de vuelta en el negocio”.
Mientras sucedía todo esto, Los Beatles tomaban una taza de té, servida por Miss Hawthorne y Miss Hunt, chicas encargadas especialmente de esta tarea. “Me preguntaron donde estaba el café más cercano”, dice Terry Condon, uno de los invaluables trabajadores ocasionales del estudio. “Pero al final no fueron. Yo entré a la cocina y les preparé algo para comer”.
El equipamiento no fue la única cosa que causó impresión. Cuando Los Beatles entraron al estudio, Townsend recuerda a Smith murmurando: “Mi Dios. ¿Qué es lo que tenemos aquí?”. “Vestían muy elegantemente pero lucían muy diferentes a cualquier cosa que hubiéramos visto antes”, dice Townsend. Chris Neal, por estos días rebautizado como Cris Neal, para evitar confusión con el productor discográfico del mismo nombre, era el segundo Ingeniero-Operador de cinta, o “apretador de botones” como eran descortésmente llamados. “Ellos usaban chaquetas de cuero negras por lo que de repente pensé “Ah, Beatles”. Recuerdo a George Martin mirándolos de reojo y bajando apresurado a la cantina a tomar una taza de té!”.
Fue así que la sesión tuvo lugar normalmente, con Ron Richards a la cabeza. Fueron grabadas cuatro canciones y aunque la documentación no perduró por mucho tiempo, cada una debió haber sido registrada alrededor de cuatro o cinco tomas Paul cantó “Bésame Mucho”, el viejo bolero latino y luego se apoyaron en tres originales de Lennon-McCartney: “Love Me Do”, “P. S. I Love You” y “Ask Me Why”. Fue durante la grabación de “Love Me Do” cuando Norman Snith comenzó a escucharlos con indisimulada atención. “Norman me dijo: ‘Ve abajo y trae a George de la cantina. Vamos a ver que piensa de esto'”, recuerda Neal. De modo que George Martin subió y tomó parte del resto de la sesión. Una vez terminada la misma, le habló al grupo por el intercomunicador y ellos lo escucharon amontonado en el rincón más apartado del estudio. Entonces los invitó a subir a la sala de controles para escuchar las cintas y discutir detalles técnicos.
“George les estaba dando una buena charla, explicándoles cosas como que los micrófonos de los estudios eran ortogonales, es decir, en otras palabras, que tu podías pararte y cantar frente a cualquiera de las caras del mismo, a diferencia de los micrófonos de escenario que tenían solo un lado útil”, recuerda Townsend. “Ellos parecían estar bastante aburridos” dice Neal. “Lennon estaba sentado sobre un parlante y Harrison, si mal no recuerdo, estaba recostado en el piso”. “Les dimos un largo discurso sobre su equipamiento y sobre lo que se debería hacer al respecto si es que se iban a convertir en artistas de grabaciones”, dice Norman Smith. “Ellos no respondían ni con una palabra, ni una sola palabra, ni siquiera asentían con sus cabezas en señal de acuerdo. George les dijo: ‘Miren, les he estado hablando bastante tiempo y ustedes no han respondido. ¿Hay algo que no les haya caído bien? Recuerdo que en ese momento comenzaron a mirarse entre ellos y estuvieron así un rato, hasta que George Harrison le dirigió la mirada a George, muy seria y profundamente, y le dijo ‘Sí, ¡No me gusta tu corbata!’. Eso ayudó a romper el hielo entre nosotros y los siguientes 15 o 20 minutos fueron de puro esparcimiento. Una vez que los chicos habían partido, George y yo no atinamos a otra cosa que a sentarnos y decir ‘¡Ayy! ¿Qué piensas ahora de todo esto?’. A mí las lágrimas me corrían por la cara”.
¿Pero qué con respecto a la música? Richards y Martin pensaron que era aceptable pero nada demasiado especial. No es posible realizar un juicio retrospectivo porque cuando se dieron cuenta que nada del material registrado en esta sesión sería editado – mucho tiempo antes de que alguien pudiera haber reconocido su valor histórico -, las cintas – rollos de dos cuartos de pulgada – fueron destruidas. Cabe destacar que una de las cuatro canciones, “Bésame Mucho” y “Love Me Do”, han sobrevivido en un rollo de cinta privado descubierto a comienzos de los años ’80.
El decidir o no poner al grupo bajo contrato fue dejado en manos de George Martin. Esto parecía depender de la pregunta de cual de Los Beatles sería escogido por él como líder del grupo. Muchos de los grupos de entonces tenían un líder — Cliff Richard y los Shadows, Johnny Kidd y los Pirates, Shane Fenton y los Fentones. “George y yo caminábamos un día por Oxford Street, tratando de solucionar el problema y decidir si el líder debía ser Paul — el buen mozo del grupo — o John — que tenía la gran personalidad. Ninguno de los dos podíamos dejar de pensar en ello”, dice Richards. Eventualmente Martin se dio cuenta que el grupo era una completa unidad y que esta como tal no debía ser estropeada. Y decidió que posiblemente los contrataría. “No tengo nada que perder”, recuerda haber dicho en aquel tiempo. El contrato usual de grabaciones fue redactado y firmado. Y así, Los Beatles se convirtieron en un número de la EMI. Dicho contrato fue fechado un día 4 de junio, nadie recuerda exactamente el porqué. La más sensata explicación es que esto habilitaba a EMI a ser dueña de los derechos de las cintas de la sesión del 6 de junio, puesto que de otra manera, legalmente estos derechos habrían pertenecido al grupo. George Martin piensa que quizás haya sido producto de un simple error de mecanografía.
Martin podría haber pensado que la unión de la banda no debía ser trastocada, pero el grupo en sí tenía otro tipo de ideas. Entre el 6 de junio y su siguiente viaje a Abbey Road, el día 4 de setiembre, su baterista, Pete Best, sería desafectado del grupo y sustituido por Ringo Starr, ex-baterista de los Rory Storm y los Hurricanes.